BWV 175 “Er rufet seinen Schafen mit Namen” (…y martes)

El poeta místico y autor de corales Johann Rist, en un grabado de 1651.

Y para terminar este miniciclo de Sostiene Perea dedicado a las cantatas de Bach para los tres días de Pentecostés aquí tenemos la BWV 175 “Er rufet seinen Schafen mit Namen”  (“Él llama por su nombre a sus ovejas”), una “delicatessen” creada en Leipzig por el maestro para el martes de Pentecostés de 1725. Al igual que en la cantata de ayer los protagonistas son tres cantantes solistas que entonan sus arias precedidas por recitativos, culminando con el coral para cuatro voces “Nun werter Geist, ich folg dir” (“Ahora, digno Espíritu, te seguiré”), una nueva reinterpretación de Bach del cantus firmus luterano del
siglo XV “Komm,Heiliger Geist, Herre Gott”, el mismo que el maestro utilizó en la cantata que os presentaba antes de ayer, domingo –o primer día- de Pentecostés. El texto con el que trabajó, “O Gottes Geist, mein Trost und Rat” es de Johann Rist (1607-1667).

He buscado por internet el aria para bajo del número 6, “Öffnet euch, ihr beiden Ohren” para que disfrutarais con su extravagante y sorprendente orquestación de dos trompetas y bajo continuo, pero no he logrado encontrarla. No obstante, esta versión que incluyo a continuación –subida a la red por TheGravicembalo”- nos permite disfrutar de los movimientos 1 a 4 en la excelente versión de Gustav Leonhardt conduciendo a su  Leonhardt-Consort, al contratenor Paul Esswood y al tenor Marius van Altena en la grabación incluida en la integral de Teldec de 1988, que repartía la ejecución de las cantatas entre Leonhardt y Harnoncourt. La publicación de esta integral supuso en su día la consagración del «historicismo» o fidelidad extrema a lo que se supone fueron las características de la ejecución de las obras en la época en que fueron creadas. Durante dos decadas esta línea interpretativa ha monopolizado la producción musical en torno a Bach y el resto de los músicos barrocos y renacentistas. Hoy por  hoy comienzan a observarse tímidas rebeldías ante lo que algunos ejecutantes consideran un corsé excesivo.

Para gustos están los colores.